Los Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) son entidades reconocidas y acreditadas por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), cuya función principal es diseñar, organizar, ejecutar y evaluar programas de capacitación laboral. Estas instituciones tienen la exclusividad legal para impartir cursos que puedan ser financiados mediante la Franquicia Tributaria de Capacitación o contratados directamente por el SENCE con recursos públicos.
Contar con el reconocimiento oficial implica que la OTEC cumple con las disposiciones establecidas en la Ley N°19.967 y con la normativa vigente en materia de formación continua en Chile. Solo las entidades inscritas en el Registro Nacional de Organismos Técnicos de Capacitación son reconocidas oficialmente por el SENCE; si una institución no figura en dicho registro, no puede presentarse como OTEC ni ofrecer cursos imputables a la franquicia tributaria.
Certificación bajo la Norma Chilena NCh 2728
Uno de los requisitos fundamentales para ser acreditado como OTEC es contar con la certificación vigente de la Norma Chilena de Calidad NCh 2728:2015, que establece los estándares que debe cumplir un sistema de gestión de la calidad en el ámbito de la capacitación.
Esta norma, basada en principios de la ISO 9001:2000 y adaptada a la realidad del sector formativo, asegura que el organismo:
- Mejora continuamente su gestión interna, garantizando la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
- Demuestra su capacidad competitiva y diferenciación en el mercado de la capacitación.
- Cumple con todos los requisitos legales y normativos exigidos para mantenerse en el Registro Nacional de OTEC.
- Asegura confianza y transparencia tanto a las empresas que utilizan la franquicia tributaria como a los estudiantes y entidades públicas que contratan sus servicios.
Importancia de una OTEC en el mercado laboral
Las OTEC cumplen un rol clave en la formación de capital humano, aportando al desarrollo de competencias laborales pertinentes y actualizadas según las necesidades de los distintos sectores productivos. Gracias a su acreditación y a la aplicación de estándares de calidad, permiten:
- Mejorar la empleabilidad y productividad de trabajadores y técnicos.
- Facilitar la formación continua de personas y empresas a lo largo de toda la vida laboral.
- Contribuir al crecimiento económico y desarrollo social del país mediante programas formativos alineados con las demandas del mercado.
